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@DTGes |
En la imagen, un tweet en el que hace unos días la
Dirección General de Tráfico lanzaba la noticia del total de fallecimientos en
accidentes de tráfico con un saldo de 1.126 muertes y más de 4.800
hospitalizados. Los accidentes son una realidad y por ello desde aquí les insto
a la precaución, respeto en la carretera y al resto de conductores y
viandantes.
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Evolución del número de fallecidos en vías interurbanas (24 horas) 1960 – 2015 |
Las noticias de
accidentes están a la orden del día, titulares que en ocasiones pasan
desapercibidos, traen sin embargo consigo una historia. Hoy quiero traer a
este blog una de esas historias cuyo titular pudo haber sido así…: “Un joven de
17 años fallece atropellado por un taxi”, en la página de sucesos de cualquier
periódico, no obstante aquel no fue un accidente cualquiera.
¿Qué os parece si
tomamos prestada la máquina del tiempo, el DeLorean a Marty Mcfly y nos
trasladamos unos cuantos años atrás?
Corría el año 1975 y en
aquellos tiempos la selección española de baloncesto con jugadores de la talla
de Corbalán, Brabender o un tal Miguel Ángel Estrada, se hacían con la cuarta
posición del Eurobasket; Wimblendon lo ganaba Arthur Ashe; recibimos la noticia
de la primera mujer en llegar a la cima del Everest; “La Naranja Mecánica” de Stanley
Kubrik, llega al festival de Valladolid; un accidente de Fórmula 1 con un saldo
de 5 fallecidos en el circuito de Montjuich, clausura el mítico circuito desde
1933; a nuestros oídos Cecilia nos regalaba cada 9 de noviembre “un ramito de
violetas”, Barry White nos cantaba “You’re the first, the last, my everthing”;
aún me resuena el “Amor, Amor” de Lolita Flores y Roberto Carlos conseguía su
“millón de amigos”.
Eran otros tiempos como
podéis apreciar. Pero dejadme que os cuente la historia de Erskine Lawrence
Ebbin.
Un día cualquiera Erskine
circulaba con su ciclomotor por las calles de Hamilton, la capital
administrativa de Bermudas. Quizá el joven de 17 años iría al trabajo, a ver
los amigos, encontrarse con su pareja o simplemente dar un paseo antes de ir a
la playa, cuando se cruzó en su camino un taxi con el que tuvo un accidente,
que le arrebató la vida de un plumazo. El bueno de Erskine, no volvería a
escuchar “Feeling” de Morris Albert.
Muy probablemente los
viandantes testigos de aquel suceso quedarían consternados por lo ocurrido,
contemplando la escena no podían imaginar que aquello era el inicio de una
historia casi irreal. No quiero ni pensar el sufrimiento de la madre cuando le
dieron la noticia, ella no podría creerlo, seguramente pensaría que era una
broma macabra del destino.
Aquel fatídico día no resultó ser un "día cualquiera", 21
de julio de 1975 marcaba en el calendario y se cumplía un año del fallecimiento del hermano de nuestro
protagonista. Su hermano mayor fallecido un año antes también contaba con 17
años de edad, cuando circulaba con el mismo ciclomotor y en la misma calle que
Erskine se acababa de encontrar con la muerte.
Las coincidencias no se
quedan ahí. Contrastaron ambos accidentes y comprueban que el taxi y conductor
eran los mismos que atropellaron a los hermanos, con un año justo de diferencia
y con apenas 50 minutos en la hora exacta del atropello, según informó la
policía. Para más crueldad del azar, seguramente pensaron que la muerte viaja
en taxi, ya que el cliente de aquella “carrera”, era el mismo en ambos
accidentes.
Si me permitís y
aludiendo a la frase del poeta y político francés Alphonse de Lamartine
(1790-1869) “La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere
ocurrido pedir”.
Saludos y mucho cuidado
en la carretera.
Fuente (datos) e imágenes: DTG.
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